Este 7 de agosto quedará marcado en nuestra memoria por la emoción y la alegría que compartimos las más de 1.900 personas -entre estudiantes, docentes, asistentes de la educación, apoderados, colaboradores y representantes de nuestros 12 colegios-, que participamos en la peregrinación al Santuario Inmaculada Concepción, ubicado en la cima del Cerro San Cristóbal, hasta donde llegamos para celebrar una Eucaristía de Acción de Gracias por los 25 años de nuestra fundación.
Fue un día que no olvidaremos. Desde temprano, las comunidades educativas comenzaron a llegar al ParqueMet con entusiasmo, entonando cantos y portando banderas, flores y signos distintivos de los colegios.
Cada delegación fue recibida, en una estación umbral en la entrada de Pedro de Valdivia, con animaciones a cargo de representantes del Colegio San Alberto Hurtado. Luego de las palabras de ánimo y acogida de nuestro director ejecutivo, Pedro Larraín; del saludo de José Pablo Arellano, presidente del directorio de Belén Educa, y de la bendición, a cargo del padre Lucas Yamb, capellán del Colegio Juan Luis Undurraga, los peregrinos iniciaron su recorrido hacia la cumbre.
Durante el trayecto, los caminantes pudieron empaparse de la historia y los sueños de Belén Educa en dos estaciones animadas por equipos de los colegios Cardenal Raúl Silva Henríquez y Bicentenario Cardenal Carlos Oviedo.
Cada paso, cada símbolo y cada mirada reflejaban el espíritu profundo que ha guiado a Belén Educa desde sus inicios: educar con fe, amor, con una convicción inquebrantable de que todos pueden aprender y que ello lo hacemos junto a las familias.
Una misa para agradecer
Ya en el Santuario María Inmaculada, representantes del colegio Cardenal Juan Francisco Fresno recibieron a los caminantes con una festiva animación a la que se sumaron los músicos y el coro de los colegios Cardenal José María Caro y San Damián de Molokai.
La Eucaristía estuvo presidida por monseñor Fernando Chomali, cardenal arzobispo de Santiago, quien estuvo acompañado por el padre Fernando Montes sj. y el padre Lucas Yamb.
En su homilía, el cardenal Chomali destacó la misión de la Fundación y su compromiso con una educación que no solo forma, sino también transforma.
“A Belén Educa no le basta con que los estudiantes tengan buenos puntajes. Quiere que tengan una profunda experiencia educativa y de Dios. A ustedes, queridos jóvenes, les digo: cuiden a sus profesores. Y tres consejos para la vida: el primero, estudien; el segundo, estudien; y el tercero, estudien”, aconsejó.
Sus palabras, directas y llenas de sentido, invitaron a todos los presentes a mirar con esperanza hacia el futuro, recordando el valor de cada esfuerzo y el impacto silencioso pero profundo de la educación cuando se vive con vocación y entrega.
Al finalizar la misa, un coro de niños del Colegio Cardenal José María Caro entonó el himno de la Oración Belén. El que fue escuchado con gran emoción por los presentes.
Reconocer a quienes hicieron posible este sueño
Luego de la bendición de nuestro arzobispo, se llevó a cabo una ceremonia de reconocimiento a personas que han sido fundamentales en el camino recorrido durante este cuarto de siglo.
Uno de los momentos más emotivos se vivió durante la intervención de Juan Enrique Guarachi, uno de los fundadores y primer director ejecutivo de Belén Educa, quien compartió con los presentes el sueño que dio origen a este proyecto.
“Soñamos con una educación distinta. Y hoy, 25 años después, ese sueño ha tomado forma en cada colegio, en cada sala, en cada niño y niña que ha pasado por nuestras aulas. Gracias a quienes han creído, trabajado y persistido”, dijo.
También fueron reconocidos miembros históricos de nuestras comunidades escolares. Entre ellas, Macarena Poblete y Lorena Alarcón, docentes fundadoras del Colegio Raúl Silva Henríquez que, al igual que la Fundación, celebró sus 25 años de existencia. Su directora, Viviana Núñez, recibió la distinción y un regalo para el colegio por este cuarto de siglo.
Asimismo, se honró la presencia de la señora Paulina Zañartu, señora del fundador Jorge Cisternas Larenas. Junto a ella, se distinguió y agradeció a los diferentes integrantes de la familia Cisternas que asistieron a la ceremonia, entre ellos, los directores Carmen Cisternas y José Luis Cisternas.
Honrar el presente con la mirada puesta en el futuro
En esta jornada de memoria y gratitud, también se destacó a quienes hoy lideran esta obra con visión y compromiso. Por ello, se entregó un reconocimiento especial a nuestro director ejecutivo, Pedro Larraín, por su liderazgo humano y su fidelidad a la misión de la Fundación.
“Hoy quiero agradecer a cada profesora, profesor, directivo, apoderado, estudiante y colaborador que forma parte de nuestra comunidad. Sigamos creyendo que todos los niños y niñas pueden aprender, y que la educación cambia destinos”, valoró.
Pero Pedro Larraín guardaba una sorpresa. “¡Ha llegado carta!”, anunció en el micrófono, para luego leer el saludo y la bendición a Belén Educa enviada desde Roma por Su Santidad, el Papa León XIV.
Junto con ello destacó como gran regalo para estos 25 años, el nuevo Proyecto Educativo Institucional, que contiene la actualización del Modelo Formativo Pedagógico.
Un cumpleaños que cruzó aulas y corazones
La peregrinación fue solo una parte de esta celebración de nuestros 25 años. En paralelo, en los 12 colegios de la red también se vivió con alegría este hito. Se realizaron diversas actividades que incluyeron oraciones, caminatas simbólicas, creaciones artísticas y hasta una celebración de cumpleaños en cada una de las 378 sala de clases, con una torta compartida por estudiantes y profesores.
Así, mientras algunos representantes peregrinaban en el ParqueMet, otros celebraban desde sus aulas, unidos todos por el mismo propósito: honrar un legado de 25 años al servicio de la educación con sentido, fe y excelencia.
Gracias por ser parte de esta historia
A cada uno de nuestros colaboradores, aliados estratégicos, instituciones amigas y familias que nos han acompañado en este camino: ¡gracias! Gracias por creer, por apoyar y por caminar junto a nosotros.
Estos 25 años son el testimonio de que cuando se trabaja con visión, entrega y amor por quienes más lo necesitan sí se puede entregar una educación de calidad. Pero también son una invitación a seguir construyendo futuro, con la certeza de que la educación transforma vidas y que cada esfuerzo vale la pena.
¡Feliz aniversario, Belén Educa!