Las redes sociales han sido una herramienta fundamental para este periodo de contingencia por Covid-19, al consolidarse tanto como un canal de información y una plataforma para compartir material educativo y muy en especial para compartir como una comunidad educativa que se encuentra en la red.
 
El colegio San Damián de Molokai ha vivido una importante experiencia de redes sociales que les ha permitido abordar distintas necesidades tanto de alumnos, familias y docentes. Si bien este trabajo ya lo venían realizando previo a la contingencia, el contexto actual ha sido una oportunidad para generar un sentido de pertenencia y crear un espacio virtual donde vivir la cultura del colegio.

Cristián Pérez, quien es encargado del Facebook e Instagram del colegio, docente de Religión de 4° básico a I medio y profesor jefe de 5° básico, tiene un detalle fino de cómo se comportan las redes sociales en la comunidad escolar.
 
El docente y community manager explica que en estos años que han funcionado las redes sociales del colegio se ha consolidado como una herramienta comunicacional importante entre la comunidad, pues tanto directivos como profesores saben que si tienen una información importante que compartir debe estar en las redes; tienen un sentido de pertenencia con ellas y las ven como un espacio donde pueden crear.
 
Actualmente las cuentas del colegio San Damián de Molokai tienen 945 seguidores en Facebook y 1.585 en Instagram. Es un número alto, considerando que la matrícula es de 1.081 alumnos.

Redes en la contingencia
En un contexto normal, las redes sociales de los colegios recibían una consulta diaria de apoderados o alumnos respecto a alguna necesidad. Durante los primeros días de la contingencia el número de consultas incrementó a seis diarias y en las siguientes semanas subieron a cerca de 15. Las primeras necesidades de apoderados se relacionaron con elementos prácticos como horarios de funcionamiento de los colegios durante la contingencia, entrega de materiales y certificados de alumno regular. En el caso de los alumnos sus consultas o comentarios eran sobre información respecto de las actividades que se enviaron a casa.
 
Comunicacionalmente el colegio está en marcha a través dos canales con las familias: las redes sociales como un apoyo global tanto a apoderados y alumnos y el Whatsapp como una línea más directa para apoyo del trabajo remoto y para canalizar los requerimientos de las familias.
 
Además de la información oficial que necesitaba emitir el colegio, las redes sociales se fueron nutriendo de iniciativas de docentes para complementar los materiales enviados a casa, así como videos motivadores donde participaban el equipo directivo y profesores. 
 
“Yo creo que la necesidad mayor identificada en las primeras semanas tuvo relación con generar un discurso de colegio virtual frente a una situación que nadie esperaba y ser un complemento a nuestro proyecto educativo. Pienso que todos vemos el colegio como un espacio físico donde todos podemos interactuar y formar comunidad escolar, pero al no existir este espacio físico, hemos tenido que demostrar que la comunidad existe y nos hemos tenido que preguntar ¿Podemos “llevar” el colegio a la casa?. Creemos que es posible, pero debemos hacerlo con el mayor de los respetos a nuestros usuarios”, explica.
 
Agrega que este relato también tenía que crearse en un marco de transparencia y empatía sobre el contexto actual.
 
“Tenemos que lograr que el mensaje sea lo más claro posible, que no es fácil estar en clases virtuales porque muchos tienen la falsa idea de que este es un periodo donde los alumnos tienen que dedicar el mismo tiempo usado en el colegio para estudiar en sus casas, generando preocupaciones y ansiedades innecesarias a las familias. Eso es contrario a lo que buscamos como colegio en estos tiempos de emergencia. Por lo que esto nos desafía a organizar y generar un discurso como colegio realista, cercano y amigable para los padres y apoderados, de manera que demostremos que estamos juntos en este periodo”, detalló.
 
Publicaciones novedosas
Cristián explica que las primeras publicaciones estuvieron orientadas a acompañar los procesos de las actividades que los alumnos tenían para realizar en casa, compartir fotos o videos que los estudiantes enviaban realizando sus trabajos para así destacar sus logros.
 
Los contenidos con más interacciones de los seguidores han sido publicaciones donde se visibiliza el trabajo de los alumnos, donde ellos son las y los protagonistas, como los vídeos de los ensayos de la orquesta juvenil.

Hay dos experiencias muy interesantes realizadas por el colegio. Una de estas es la #LAPRUEBAMOLOKAI que consiste en una cadena de desafíos que se envían los integrantes de la comunidad para decir un trabalenguas: un profesor envía el desafío a una profesora o un alumno y así sigue la interacción.
 
Cristián Pérez explica que esta actividad ha contribuido a que la comunidad se conozca y que incluso los alumnos y familias que no conocieron tanto a sus profesores debido al inicio de año puedan identificarlos de mejor forma.
 
Otro espacio importante que se abrió fue hacer encuestas en la sección de historias de las redes sociales respecto a cómo se sentían los alumnos. Preguntas sencillas como “¿Qué ha sido lo más difícil de la cuarentena?” ha permitido que los alumnos tengan un espacio de expresión de emociones y preocupaciones. Las primeras semanas muchos externalizaron por mensaje interno que sentían una sobrecarga de actividades académicas.

Explica que durante este período la comunicación en redes sociales con los alumnos debe ser “con empatía y sentido positivo hacia el trabajo en sus casas”. Esto ha permitido que ellos tengan confianza de expresar sus sentimientos.
 
Cristián comparte que es importante tener presente que cada actividad cumpla con el sentido de trabajo en equipo, en el que todos estamos viviendo lo mismo y estamos aprendiendo juntos.
 
“El mensaje va enfocado en transmitir que pese a las dificultades, todos los miembros de la comunidad estamos comprometidos en dar lo mejor de nosotros para crecer y aprender juntos, no solo el contenido académico, también habilidades que nos hacen más humanos con los miembros de nuestras familias, por lo que la diversidad de publicaciones debe destacar a todos por igual, por eso es importante el compromiso de todo los equipos del colegio en sus aportes”, comentó.
 
¿En qué horario se conectan?
Cristián nos da datos precisos de cómo se comportan los seguidores de la comunidad escolar.
 
En Facebook se conectan principalmente los apoderados de 7°básico en adelante, y sus horarios de consulta son entre las 11 a 14 horas.
 
El Instagram es consultado principalmente por apoderados de pre kínder a 6° básico, quienes ven y comparten contenido. Sus consultas son realizadas después de las 18 horas.
 
Los estudiantes que siguen esta red social son desde 6° básico hasta IV medio, siendo más activos los alumnos de enseñanza media. Se debe destacar que los alumnos de 7° y 8° básico son quienes les siguen, debido a que son los usuarios más nuevos en esta red.

En ambas redes, principalmente en Instagram, los usuarios demuestran una preocupación real por la situación país, esto debido a que los momentos de mayor cantidad de consultas, es en el momento de anuncios oficiales de parte del presidente o de autoridades que afecten a la situación de la comunidad educativa, donde se consulta por la postura o decisiones del colegio frente a estos. Cristián identifica esta reacción como una forma de buscar contención desde el colegio frente a estos nuevos escenarios que se van presentando.
 
En el caso particular del Instagram del colegio San Damián de Molokai, Cristián explica que cuando publican una historia, del total de sus 1.500 seguidores, alrededor de 600 personas la visualizan durante las 24 horas que permanece vigente. De esos seguidores, aproximadamente 350 son estudiantes y 150 son apoderados.
  
Visibilizar el aprendizaje
Cristián comparte que otro mensaje importante para transmitir a la comunidad es que los esfuerzos de todas y todos están teniendo resultados:
 
“Yo creo que nuestro rol es destacar que nuestros alumnos y familias, en este periodo sí han podido avanzar en sus aprendizajes. Que su esfuerzo tiene resultados. Luego de estas primeras 3 semanas nos han compartido videos de trabajo de Ciencias, y también los apoderados nos han enviado cómo sus hijos trabajan en sus casas. El reconocimiento público da cuenta de que todos podemos aprender”, valora.
 
“El desafío es lograr mantener esa motivación que a través de videos de profesores y otros hemos podido lograr, de manera que las familias tengan la seguridad de que nosotros los profesores y los equipos de trabajo del colegio estamos realmente interesados en su aprendizajs. Ya no solo se trata de tener un espacio de contención u orientación como lo realizamos en las primeras semanas; sino que también de dar cuenta que somos una comunidad que los apoya, que sabemos sus problemas y nos interesa lo que están sintiendo en esta experiencia de cuarentena. Nuestro desafío es ser atractivo, ya que el colegio ya sea si es “físico” o “virtual” debe ser un lugar que oriente el crecimiento personal de los alumnos”, comentó.

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