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Colegios comienzan proceso de cierre de clases y dijeron adiós a sus IV medios

Martes 01 de Diciembre de 2020

 

En los meses más duros de la pandemia, cuando la cuarentena nos obligó a quedarnos en nuestros hogares y golpeaba con fuerza a familias y comunidades de Belén, se veía lejana la posibilidad de poder cerrar el 2020 en las salas de clases y, menos aún, despedir a los IV medio. Sin embargo, con amor, entrega y creatividad le han regalado a sus estudiantes despedidas para atesorar.

 

Sobre los desafíos de este año, lo aprendido y el cierre de las actividades escolares, conversaron con nosotros Adriana Riquelme, subdirectora de Enseñanza Media del colegio Juan Luis Undurraga, Christian Orellana, presidente del Centro de Padres del colegio San Damián y Francisca Ramírez, estudiante de IV medio A del colegio San Alberto Hurtado.

 

Los principales desafíos del 2020

 

“No esperábamos las dificultades para muchas de las familias que no tenían conexión. Para mí como apoderado y presidente del Centro de Padres, fue un gran dolor”, así se refirió Christian Orellana a uno de los principales desafíos que este 2020 trajo para las comunidades escolares. Esto lo confirma Adriana Riquelme, quien resaltó que “todo proceso pedagógico tiene una secuencia, la que se vio cortada para algunos de nuestros estudiantes debido a la brecha digital. Tenemos un gran desafío ahí, porque hay estudiantes que sí pudieron conectarse a las clases de manera online durante todo el año, pero otros que veíamos una vez al mes, cuando les entregábamos material impreso”. 

De igual forma lo valora Francisca Ramírez, estudiante de la generación a la que le correspondió vivir el año más emblemático de su escolaridad en condiciones extraordinarias y que, como lo indica, fue difícil “tener que hacer todo desde casa, no poder estar en el taller ni poder ver a los compañeros”.

El relato de Francisca refuerza la idea que también manifestaron Adriana y Christian, en el sentido que no solo el lograr los objetivos de aprendizaje era una meta clave, sino que también llegar con soporte socioemocional a aquellos estudiantes y familias que fueron más golpeados por la crisis sanitaria y económica y que vieron afectada su motivación.

Otro desafío, pese a su importancia, fue el retorno presencial. “Veníamos un poco acostumbrados a un sistema más virtual, sincrónico y de repente nos dicen ‘tienen que volver’.  Preparar eso fue muy desafiante”, señaló Adriana, quien agregó que además de lo académico, se debieron tomar todas las medidas sanitarias, lo que requirió de muchas conversaciones: con los profesores, con quienes se elaboró un plan de acción donde trabajaron la lectura y aplicación de los protocolos, establecieron los posibles horarios y las acciones frente a distintos escenarios; y con los apoderados y estudiantes, haciéndoles la invitación a volver a clases y dándoles la tranquilidad necesaria para ello.

"Hubo grabaciones de video, fotografías que les hicimos llegar a los papás, visitas de padres al colegio a los que se les mostraban todas las medidas sanitarias para resguardar la seguridad de sus hijos”, contó.

Christian coincidió en que este fue un “tema difícil, muchos papás podían pensar lo contrario, pero como Centro de Padres creíamos que había que salir a clases presenciales porque no tan solo había un tema académico, sino uno profundamente socioemocional”.

 

Los aprendizajes 

 

Entre los aspectos destacables de este año Francisca reconoce el esfuerzo y el tiempo que todos los profesores se dieron para estar disponibles para sus estudiantes “si no entendíamos, nos explicaban una y otra vez, siempre trataron de motivarnos”. La subdirectora de media del Undurraga coincide, “creo que cada ciclo ha tomado medidas propias. Desde el colegio, se han tomado medidas como grupos de estudio, buzón de tareas, trabajos impresos, el furgón escolar, talleres presenciales para los más descendidos”.

También destacó el uso de las tecnologías y plataformas, las que pretenden mantener en el futuro y el trabajo de la comisión socioemocional que permitió realizar un seguimiento y acompañamiento tanto a estudiantes y familias como a profesores durante esta pandemia. Christian Orellana agrega a esto que los padres, junto con el colegio, tuvieron gran capacidad de respuesta y de resolución de problemas sobre la marcha, destacando cómo se entregó apoyo a las familias en conectividad y aportes materiales para aquellas más afectadas. Además, se coordinó con el colegio la entrega de soporte emocional, reconociendo el rol clave de Convivencia Escolar en la articulación y generación de nexos entre el colegio, las familias y sus necesidades. Valoró además “el aprendizaje que tuvimos como comunidad, desde nuestra directora, equipo directivo, profesores y apoderados, que nos sumamos en torno al Centro de Padres, para juntos sacar este año adelante. Juntos dimos la imagen que este año no estaba perdido y entregamos la enseñanza a nuestros hijos que no deben dejarse vencer ante la adversidad” y agregó que, sin lugar a dudas, otro aspecto positivo fue la solidaridad, “este es el sello de San Damián. Cada campaña que hicimos tuvo éxito. Esa cadena hay que destacarla y seguir potenciando”.

 

Cierre del año y despedida de IV medios

 

Christian Orellana contó que la satisfacción del retorno para cerrar el año ha sido enorme. “Nadie se opuso al retorno, aunque algunos lo veían negativamente y muy complicado, nosotros, como papás, no podíamos cerrar un proceso y dejar a los niños aislados” y para ello trabajaron arduamente, siendo un canal de comunicación efectivo y eficiente, participando en los comités de crisis y sanitarios y activamente como Centro de Padres en los cursos.

"Nosotros hemos participado activamente, creemos que es la mejor forma para que nuestros hijos retomen clases presenciales, especialmente los cursos más necesitados, como los del Programa de integración, los 1° básico y los IV medio”. Para este último curso, aseguró, es un tema socioemocional salir de su colegio sin haber pasado por las aulas y valoró que puedan terminar el año viendo a sus compañeros y teniendo un recuerdo, aunque diferente este año, igualmente importante. A estos ritos, el Centro de Padres se sumó haciendo entrega del cuadro a los alumnos de IV medio.

Por su parte, Adriana Riquelme comentó que ve de manera positiva haber vuelto. "Hace tres semanas atrás con los chiquillos de IV medio y hace dos con los de tercero medio.  Si bien fue un desafío tremendo, también fue una oportunidad de retomar objetivos de aprendizaje en aquellas asignaturas claves”, además, con ello se reforzó a los alumnos que estaban muy descendidos, así como también se dio la oportunidad a los TP de tener práctica presencial. Con ello se consiguió que los estudiantes pudieran terminar su año y bajar considerablemente el número de estudiantes en riesgo de repitencia. “Yo creo que si no hubiéramos vuelto presencial algunos de nuestros alumnos hubiesen desertado del sistema escolar”.

Sobre la despedida de los IV medios, indicó que se esforzaron por realizar los ritos formativos con ellos. “Hoy vivieron su despedida como curso con su profesor jefe, vivieron la toma de su foto para el cuadro, van a tener su licenciatura. Sentíamos que al no tener estos ritos con los estudiantes, no íbamos a cerrar procesos. Me refiero a continuar con su práctica profesional y continuar con sus estudios superiores”, explicó que esto les  ayuda a decir, “perfecto dentro de mi plan de vida ya cerré un proceso, por lo tanto, voy al próximo”, valoró Adriana sobre los ritos finales para IV medio. 

Cuenta que prepararon actividades como la despedida formativa de IV, el encuentro de familias de manera remota, la licenciatura por curso y su despedida con juegos en forma virtual.

Para Fernanda Ramírez, como parte de la generación de egreso de los colegios Belén, tener su despedida de IV medio, aunque no de la manera que soñaron desde pequeños, y pese a que también suman a sus sentimientos la idea de que no pudieron terminar de asimilar “que era mi último año y no lo disfruté como pensaba”, fue muy bonito e importante cerrar este año con sus compañeros. “Poder compartir, jugar con mis compañeros, aunque fuera a distancia y vernos la última vez”, valoró Francisca.

 

Mira aquí cómo se han vivido los ritos de término de la vida escolar en distintos colegios de Belén

 





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