En el santuario de Schöenstatt de La Florida y en la acogedora Casa de Espiritualidad Loyola de Padre Hurtado, 254 jóvenes, es decir casi la mitad de los alumnos de los cuartos medios de los colegios de la Fundación, vivieron un significativo retiro espiritual. Durante dos jornadas reflexionaron sobre “¿quién soy?”, “¿quién es Jesús para mí?”, “mis sueños” y “elaboración de proyecto de vida”, en un período que marca la culminación de la etapa escolar. “Da gusto ver a tanto chiquillo con capacidad de soñar, de reflexionar y plantearse su futuro. Hubo un sello común en todos: había expectativas, confianza en su formación y en ellos mismos. Estaban esas ganas y esa capacidad de construir un mundo mejor, de soñar en grande”, valoró el Director Ejecutivo de la Fundación, Juan Enrique Guarachi, tras reunirse con los jóvenes del sector Sur. Las pastorales estuvieron divididas en dos grupos. En la zona norte, donde estaban los colegios San Alberto Hurtado, Cardenal Carlos Oviedo, Juan Luis Undurraga y Arzobispo Manuel Vicuña hubo 136 alumnos; y en la sur, que reunió a los colegios Cardenal José María Caro, Cardenal Juan Francisco Fresno, Arzobispo Crescente Errázuriz y Cardenal Raúl Silva Henríquez, hubo 118 estudiantes. Los jóvenes tuvieron el apoyo de los coordinadores de Pastoral, docentes, sacerdotes y la directora de Formación, Mara Figueroa. “Fue una experiencia de menos a más, porque los niños de a poco se fueron abriendo a la idea de compartir su vida con sus compañeros y sus profesores. Fue una instancia maravillosa”, comentó Fresia Burgos, coordinadora de Pastoral del colegio San Alberto Hurtado. La docente contó que los adolecentes trabajaron en comunidades junto a sus profesores en base a temas que los ayudesen a construir un plan para el futuro. “El retiro fue una instancia muy bonita, en donde muchos de los alumnos tuvieron un tiempo para pensar y reflexionar sobre su futuro y para dónde iban. Para reafirmarse como personas. Fue muy potente", contó Ariel Reyes coordinador de pastoral del colegio Cardenal Francisco Fresno. La jornada culminó con una misa a la que también asistieron los padres de los alumnos.