Con una misa que fue celebrada por el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati ayer se bendijo la “Casa de Retiro Fernando Noseda Zambra”, ubicada en La Pintana, que acogerá la celebración y formación de la fe de la comunidad eclesial y los 11 mil alumnos y docentes de la Fundación Belén Educa. El arzobispo valoró que Belén Educa haya impulsado la construcción de este privilegiado espacio que cada día podrá recibir hasta a 200 niños y jóvenes para que vivan sus retiros espirituales y “Encuentros con Cristo”. También agradeció a la señora María Noseda de Angelini, por haber donado esta obra que llevará el nombre de su fallecido hermano. Al bendecir la capilla “Nuestra Señora de Belén”, el arzobispo dijo que “para la vida de un pastor, de un obispo, celebrar lo que estamos haciendo en este momento, es sin duda un gozo muy grande y una esperanza muy grande. En primer lugar porque hoy día bendecimos un centro de espiritualidad, que nos viene a recordar muy patentemente a través de una estructura física, incluso, que la vocación del hombre y de la mujer no se reduce simplemente a tiempo y a materia, sino que lo más bello de la vocación humana es justamente que el Señor nos ha regalado su propia vida divina como el don que estamos llamados a cultivar”. “Qué hermoso que Belén Educa no solo sea una institución de Iglesia, que procura que la educación de ustedes, queridos jóvenes, sea excelente en el ámbito de las asignaturas que estudian, sino que sea excelente sobre todo porque quiere ayudarlos a ser hombres y mujeres que crezcan en todas las dimensiones de la vida, especialmente aquella dimensión que los hace de verdad hombres y mujeres creados a imagen y semejanza de Dios”, dijo. “Cada uno que venga aquí a retiro se podrá encontrar con Jesús y, en el encuentro de Jesús, si es auténtico, si es verdadero, si nace del corazón, brotará el seguimiento de Jesús. Brotará la comunión entre aquellos que siguen a Jesús y brotará también un estilo de vida nueva que él nos propone”, agregó. “Bendecir este lugar significa que ustedes y los que vendrán después de ustedes, aquí en el silencio, en la oración, en el encuentro con la palabra de Dios, irán descubriendo la belleza de crecer como hombres y mujeres, alcanzando la estatura más alta de humanidad que Dios nos invita a alcanzar. ¡Qué hermoso que Belén Educa se haya preocupado de esto!”, dijo al finalizar su prédica. Juan Enrique Guarachi, director ejecutivo de Belén Educa realizó la Acción de Gracias: “Dios es bueno con la Fundación Belén Educa. Tantas bendiciones, cuántos regalos. El número uno, es confiarnos la educación de más de 11.000 niños y jóvenes de nuestra patria. El segundo regalo es la constitución de un gran equipo de trabajo, formado en estos 12 años: el Directorio, los directivos, los docentes, los asistentes de la educación y, lo tercero, tanta gente que está cerca, aquí junto a nosotros, desinteresadamente entregando su tiempo y su trabajo para que a los niños de nuestros colegios les vaya bien”. A los alumnos les dijo que en la Casa de Retiro podrán “hacerse las grandes preguntas de todos los hombres, ¿quién soy yo?, ¿para qué existo? y ¿qué espera el Señor que haga con mi vida?. En el Encuentro con Cristo, en la intimidad con Él, surgen las grandes mociones del Espíritu, emergen las grandes vocaciones de hombres y mujeres, y se materializan los grandes proyectos para la humanidad”. Al finalizar la misa monseñor Ezzati bendijo la casa, un pesebre y se sumó a la recepción en la que un alumno de cada colegio le agradeció a la señora María Noseda entregándole una carta en representación de sus compañeros. Una alumna de prekínder entregó, además, una estrella tallada en madera que simbolizaba cómo ella, al permitir la construcción de la Casa de Retiro, le dio a Belén Educa un lugar donde encontrarse, igual como ocurrió con la estrella que guió a los Reyes Magos a Belén. Roberto Angelini, presidente de Empresas Copec, agradeció a nombre de María Noseda “ver la concluida la construcción de esta Casa de Retiro y Capilla tiene otra dimensión, especialmente emotiva: es el homenaje que la señora Marita ha querido hacer a su hermano Fernando Noseda, quien falleció cuando era muy joven y que en vida fue un ejemplo de servicio y fuerza espiritual. Para quienes tuvimos la suerte de conocerlo, constituye un orgullo estar presente en esta ceremonia de bendición de esta magnífica obra”.

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